¡Los cambios no son fáciles!
Por Carolina Miranda Rey
Somos lo que somos porque nos ha funcionado para conseguir nuestros objetivos y satisfacer nuestras necesidades a lo largo del tiempo. Tanto la manera de ser como las habilidades que hemos desarrollado las hemos aprendido gracias a haberlas repetido en reiteradas oportunidades a lo largo de nuestra vida y a experiencias pasadas. Y hoy funcionamos gracias a ello pues muchas actividades las hemos aprendido e incorporado a nuestro ser y hacer diario de manera espontánea.
¿Pero cómo sucede el proceso de Aprendizaje?
Analizaremos el aprendizaje de acuerdo a la Programación Neurolingüística que lo presenta en 4 etapas

1. Incompetente Inconsciente: No sé que no sé. No sé porque soy muy pequeño y el mundo es totalmente nuevo para mí o porque no había tenido la necesidad de realizar esa acción o pensamiento o porque la situación es nueva. No soy consciente que en algún momento necesitaré de ese aprendizaje. Ejemplos de esta etapa:
a) Un niño pequeño que aún no necesita escribir ni leer para comunicarse.
b) Un universitario que termina su carrera, entra a trabajar y no sabe que su gran desafío no será el conocimiento sino relacionarse con otros.
c) Una persona no es consiente de que por un cambio de actividad sube de peso.
2. Incompetente Consciente: Sé que no sé. Hoy tengo la necesidad de aprender algo nuevo ya sea porque lo necesito, porque quiero o porque me lo solicitan y es una condición necesaria para algo que quiero lograr o que es importante para mí. Estoy consciente de que no sé realizar esa acción y que ese comportamiento no está incorporado en mí. Ejemplos de esta etapa:
a) El niño al entrar al colegio no sabe leer ni escribir y parte aprendiéndose el abecedario.
b) Un joven empleado en su primer trabajo se da cuenta que le cuesta relacionarse con sus compañeros, que tienen una manera diferente de hacer ciertas funciones. Decide entonces hablar con su jefe.
c) La persona quiere recuperar su peso y le ha costando hacerlo sólo. Decide pedir una hora con la nutricionista.
3. Competente inconsciente: No sé que sé. La persona ha realizado las nuevas acciones y las ha repetido con esfuerzo y ya le son más familiares pero aún las repite pensando cada paso. Ejemplos de esta etapa:
a) El niño se esfuerza y escribe sin ayuda una tarjeta a su mamá.
b) El jefe contrata un coach para apoyar al joven y las relaciones laborales de éste mejoran de manera importante.
c) La persona guiada por la nutricionista logra ordenar sus comidas y selecciona los alimentos con lo que ha logrado bajar unos kilos.
4. Competente Consciente: Sé que sé. He repetido consistentemente en el tiempo el nuevo comportamiento y ya me es natural y espontáneo realizarlo sin dificultad. Veamos como terminan nuestros ejemplos:
a) El niño escribe para navidad una carta al Viejo Pascuero contando lo bien que se ha portado y una larga lista de regalos.
b) Al joven le ofrecen un nuevo proyecto en su compañía y se incorpora rápidamente al nuevo equipo.
c) La persona pierde los kilos y decide además cambiar a una alimentación más sana para en adelante no volver a subir de peso.
Mientras más joven es la persona más fácil será su aprendizaje. También le será de mucha ayuda si cuenta con una motivación consiente y decidida que lo mantendrá firme en el tiempo con el valor y la resistencia para enfrentar los momentos difíciles. Si bien las dificultades pueden ser de distinto origen éstas serán de acuerdo a cada persona, es decir, a su historia de vida, su cultura, su edad, su experiencia, su personalidad, entre otros.
Para facilitarnos la vida repetimos nuestro comportamiento y todo aquello que nos ha servido. El problema es cuando deja de servirnos o sucede algo distinto que nos obliga a hacer un cambio y no logramos incorporarlo.
Pero… ¿Es posible hacer un cambio sin antes definirlo?
¿Qué es lo que quiero lograr?
Por ejemplo, puedes decir “¿Quiero bajar de peso?” Y si te pregunto: ¿Es sólo bajar unos kilos en el menor tiempo? Cuando en realidad sea más que eso. Por ejemplo, “quiero verme atractiva/o o quiero no estar todo el tiempo a dieta”. Lo importante es identificar qué es lo que mueve el cambio que quieres realizar y darle un sentido concreto a lo que quieres lograr. Es decir, cuál es el motor que te ayudará a llevar adelante esta decisión.
Tu objetivo será más fácil de cumplir en la medida que esté bien definido, esto es, que sea específico y esté bien detallado.
¿Cómo definir un objetivo?
Si bien hay muchas teorías de cómo establecer un objetivo. Te voy a compartir los puntos que me parecen más apropiados:
- Estar expresado en positivo.
Declara lo que quieres lograr y no lo que “no deseas”. Por ejemplo, en vez de decir “no quiero ser gorda/o” puedes decir “quiero pesar 58 kilos” o en vez de decir “no quiero estar solo” puedes decir “quiero compartir mi vida con alguien”.
- Debe ser específico
Establecer con detalle lo que quieres lograr en cuanto a la cantidad, el tiempo, las condiciones y los detalles que consideres importantes: Por ejemplo: “Quiero pesar 58 kilos, medido en ayuna y en la pesa de m casa, en un tiempo de 3 meses y para esta fecha XXXX”.
- Fácil y difícil
Al decir fácil nos referimos a que sea posible de realizar. No podemos partir con un objetivo que desde un comienzo sabemos que no es factible de llevar a cabo. “Pesaré 58 kilos con la ayuda de una nutricionista que me guiará con la dieta y me enseñará a comer, con alimentos no caros, asequibles y posibles de comprar y con recetas fáciles de cocinar”.
Y cuando decimos difícil nos referimos a que sea una meta motivadora que requiere de un esfuerzo.
- Con qué recursos cuento.
Puedo tomar distintos caminos para realizar mi meta pero el que selecciones debe ser acorde a los recursos que tengo. Ejemplo: Existen empresas que te envían la dieta diaria al lugar donde estés con desayuno, colación, almuerzo, once y comida. Esto facilita mucho la dieta pero su costo puede ser muy elevado para tus posibilidades.
- Que dependa de mí
El resultado depende directamente de tí y no de lo que hagan otros. Ejemplo: tú decides qué comer en todo momento. Si en tu lugar de trabajo hay un casino que no tiene lo que necesitas puedes llevar tu almuerzo con la alternativa que te sirva. ¡Debo ser responsable de mis acciones!
- Cambia tus creencias
Si creo que no voy a lograr lo que me he propuesto desde ya te adelanto que así va a ser. Esto porque nuestra mente es selectiva y se fijará en todo lo que reciba como una confirmación de lo que creo. Ejemplo: si creo que no podré bajar de peso y la primera semana sólo bajo 200 gramos es probable que desertes de tu objetivo. En cambio si se que a cierta edad y en el caso de ciertas personas el bajar de peso es más lento y sigo convencida que lo voy a lograr esto no será un desaliento.
- Hitos y celebraciones
Los hitos en el tiempo muestran momentos especiales. Así haz algo cuando sea el momento de haber iniciado la dieta o cuando cumplas cada mes de avance y cuando lo hayas terminado. Luego celebra cada logro o avance. Es fundamental que te refuerces positivamente.
- Mi objetivo cuida mi entorno
Mi objetivo no sólo me cuida a mí sino a todo lo que me rodea y es importante para mí. Ejemplo: el exceso de peso puede quitarme energía para estar con mi familia o para rendir en el trabajo.
- Busca apoyo
No lo hagas solo. Te sugerimos contarle a tu círculo más cercano lo que te has propuesto para que te ayuden a cumplirlo. Por ejemplo, si pasas muchas horas en la oficia puedes decirle a tus compañeros que estás a dieta para que no te cuestionen si no comes algo y, por el contrario, para que no te tienten. En casa podrías hacer lo mismo e incluso quizás alguien más se quiera sumar.
- Que sea medible
La idea es que puedas tener claridad cómo medir el cumplimiento de tu objetivo. Esto es definir “qué, cuándo y cómo vas a saber que cumpliste lo que te has propuesto”. Esto será posible gracias a que fijaste un objetivo bien especificado y bien detallado.
- Flexibilidad, honestidad y cariño
Si bien la idea es que no sueltes lo que te has propuesto. Esto no es un martirio y ten presente de no terminar agotado a tal nivel que por cansancio abandones tu objetivo. Se cariñoso contigo, es decir, puedes ser exigente pero también honesto contigo de modo de permitirte algo de flexibilidad cuando sea necesario. Por ejemplo, si tienes una celebración de matrimonio asiste con la idea de pasarlo bien y permítete comer algunas cosas que no están en la dieta y tómate un traguito. Lo que si no será recomendable comer y tomar de más.
¿Sabías que una vez incorporado el nuevo hábito siempre puedes volver atrás?
Esto porque siempre podrás volver a realizar la acción que hacías antes. Dado esto te sugerimos tener presente que siempre tendrás que reforzar el motor que mueve la nueva acción y en la medida que la repitas muchas veces en el tiempo será posible mantenerla. Ejemplo: si te acostumbraste a no comer chocolates en la noche en cualquier momento podrás volver a hacerlo.
Todos los días decidimos qué vamos a hacer, la invitación es que decidas cariñosamente y conscientemente lo mejor para ti y los que te rodean. Recuerda pedir apoyo, sobretodo a tus más cercanos, y de estar informado para que el camino sea más liviano y puedas tomar mejores decisiones.
Un abrazo
Carolina Miranda Rey
Otras Publicaciones

Programación Neurolingüistica (PNL): ¿Por qué cuesta tanto cambiar los hábitos de alimentación?
Por Carolina Miranda ReyDesde pequeños aprendemos a sentir placer al comer y disfrutar esos momentos. Es tan así, que el bebé desde su nacimiento es feliz cuando su madre lo amamanta. Cuando tiene hambre se siente tan incómodo que su llanto se expresará con mucha...
Únete a la comunidad de CaroSweet
En la comunidad CaroSweet aprende de la experiencia y el cariño de otros que viven como tú y del apoyo de un equipo de profesionales expertos.
0 comentarios